El melancólico–flemático
La unión del agua y tierra puede producir barro.
Son dos temperamentos que llevan a la persona a mirar hacia el interior de uno mismo. Esto le dota de un amplio mundo propio, a la vez que de un cierto desinterés por lo que les rodea.
Cuando la combinación melancólico–flemático se potencia
Los melancólico–flemáticos poseen un enorme y rico mundo interior, llegando a ser grandes conocedores de sí mismos. Esto se puede convertir en sabiduría acerca del alma humana, aunque sea la propia y les puede llevar a ser grandes poetas y escritores de la intimidad interior. Por esta misma razón pueden llegar a ser grandes consejeros
Son personas fieles y quien se echa un amigo con esta combinación de temperamentos puede estar seguro de que lo tendrá de por vida.
También serán buenos artesanos capaces de crear obras que requieran paciencia y llenas de sensibilidad.
¿Cuando puede resultar la combinación melancólico–flemático un problema?
Esta unión de temperamentos si no se trabaja adecuadamente puede llevar al individuo a hundirse en el lodo, combinación de la tierra melancólica con el agua del flemático.
En su extremo puede llegar a manifestarse de manera patológica en una depresión más o menos latente.
La calma y la desidia propias del flemático unidos a un exceso de autoobservación del melancólico hace que la persona se quede en mirar el dolor propio sin tener la energía para poder superarlo
Puede resultar difícil sacarles de su mundo interior en el que, aunque no se encuentren a gusto tienden a quedarse.
El peor de los escenarios es cuando esta persona que sufre por su tendencia melancólica quiera compensarlo con la inmediata búsqueda del placer de su parte más flemática. Esto le puede llevar a adicciones y a conductas autodestructivas.
Acompañar al melancólico–flemático
Puedes leer:
Como acompañar a un melancólico
Se debe ayudar a estas personas a que salgan de este ensimismamiento generándoles interés por el mundo externo que parecerían no necesitar. Para ello es bueno invitarles a leer poesía y cuentos, donde el héroe suele ser, al inicio, un tipo, como ellos ensimismado y algo vago, que acaba superándose a sí mismo para llevar a cabo su gesta.
No solo se les debe invitar a leer, también a escribir poesías y cuentos que pongan de manifiesto su sabiduría interior. La persona que les acompañe les debe hacer llegar que él también ha padecido los embates de la vida y que por eso puede entenderles, sin que les reste a ellos el protagonismo en su sufrimiento.
Es muy positivo favorecerles las relaciones con amigos para que estos “de igual a igual” les contagien el interés por el mundo que ello carecen..
Su gran capacidad de analizar por su introversión y su constancia pueden ser empleados por un colérico para ser llevada a la acción. Por lo que combinar personas con estos temperamentos si se logran armonizar puede dar grandes resultados en un equipo. Para ello siempre se deberá cuidar que la fogosidad del colérico no queme al melancólico–flemático.