Cuidado y autocuidado: Salutogénesis, Sanar y Curar

Los conceptos de salutogénesis, sanar y curar resultan fundamentales en la idea de cuidado y autocuidado.

Cuidado y autocuidado: Salutogénesis. Conceptos

El primero en definir este concepto fue Aaron Antonovsky en los años 70, consistiendo, como su nombre indica, en la idea de tratar de crear y generar salud.

Para generar esta salud, debemos recurrir a una serie de consejos higiénico dietéticos, ya que, desgraciadamente, para un farmacéutico antroposófico, en el momento actual no se disponen en España de medicamentos antroposóficos.

Concepto de salutogénesis

La descripción de este cuidado salutogénico la vamos a llevar a cabo a través de un concepto clave:

La mayor parte de las  enfermedades no son más desajustes del alma. El alma no puede curarse, por lo que necesitan llegar al cuerpo para poder llamar la atención y poner a la persona en el camino de la sanación.

El concepto de salutogénesis viene formado por la unión de todo aquello que se puede llevar a cabo para lograr generar un estado de salud apropiado.

Diferencia entre sanar y curar

Antes de entrar a ver como se puede tratar a una persona enferma se deberían dejar una serie de conceptos aclarados:

Cuando una enfermedad ya ha llegado al cuerpo, esta debe ser atendida con los debidos cuidados médicos por los facultados a ello.

Curar

Desde el mundo de la antroposofía se marca una diferencia entre la idea de curar y la de sanar.

La primera consiste en eliminar los efectos de la enfermedad, así ante una inflamación, se trata con un antiinflamatorio y se reduce o elimina la hinchazón. Con la fiebre se hace lo mismo, haciendo que la temperatura corporal descienda hasta valores normales.

Mediante este proceso no se eliminan las verdaderas causas de la enfermedad, aquello anímico que está aconteciendo.

En ocasiones, esto puede ser necesario para mantener a una persona con vida. Ante un ataque al corazón se deberán abrir las vías coronarias, ya sea mediante vasodilatadores farmacológicos o por medios quirúrgicos o eléctricos y eliminar rápidamente los síntomas.

Sanar

La idea de sanación conlleva la idea de poder atender los aspectos más anímicos que conlleva la enfermedad. Se trata de buscar las causas que llevaron a ese alma a hacer enfermar al cuerpo.

No siempre los síntomas o manifestaciones de una enfermedad pueden curarse. En cambio siempre es posible la sanación, ya que la persona siempre está en disposición de dotar de un sentido biográfico a su enfermedad.

Se puede estar absolutamente sano en el lecho de muerte y, en cambio, y, desgraciadamente, de manera demasiado frecuente, se suele curar sin sanar.

Sin embargo, cada vez son más personas que habiendo superado un cáncer o estando en fase de superarlo, tratan de buscar cuales fueron las razones anímicas que les llevaron a padecer esta enfermedad. Muchas de ellas cuando ya han cerrado el episodio biográfico de su padecimiento se dan cuenta de que, en el fondo, esta no se presentó más que para poder solucionar un problema mucho más profundo que existía en su vida.

El concepto de enfermedad desde el punto de vista antroposófico

La antroposofía da una visión de la enfermedad física muy concreta.

En todas ellas aparecen fenómenos que se manifiestan con alteraciones funcionales de órganos concretos o del organismo completo. Pero sus causas hay que buscarlas en la interrelación entre las diferentes partes del ser humano.

Así existirán dos tipos

  • Aquellas en las que aparecen fenómenos de conciencia (del yo, o del cuerpo anímico) demasiado impregnados en el cuerpo físico. Si tenemos conciencia de alguno de nuestros miembros, por ejemplo una rodilla, o de nuestros órganos, por ejemplo, el corazón esto se manifestará mediante la aparición del dolor.

O por el contrario

  • Aquellas en las que por vivir sin conciencia y sin tener en cuenta lo más profundo de nuestro ser y entonces los procesos vitales campan a sus anchas por lo que también pueden aparecer enfermedades. Este es el caso es en el que el cuerpo vital o etérico domina, pero no es dominado por el cuerpo anímico, ni por la organización del Yo. Así aparece la reproducción propia de los vegetales que es repetida y repetida, pero sin un orden, Cuando esto ocurre en el cuerpo humano hablamos de una enfermedad muy concreta: el cáncer.

Las dos deben ser tenidas en cuenta como una manifestación del alma en el cuerpo.

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