Las constituciones: Histeria y neurastenia

Introducción a las constituciones antroposóficas: Histeria y Neurastenia

Existen en los seres humanos dos disposiciones que Rudolf Steiner estableció como las dos constituciones arquetípicas y que denominó como Histeria y Neurastenia.

Entre ellas existen una infinita gama de mezclas, pero cuando existe una marcada polarización hacia cualquiera de ellas puede desarrollarse la enfermedad. De hecho, se puede decir que cualquier patología, en el fondo, tiene una tendencia hacia lo neurasténico o hacia lo histérico.

Las constituciones en la vida humana

Desde el punto de vista de la vida humana las constituciones son lo más físico, lo más inherente al cuerpo y, por tanto, lo más alejado del yo verdaderamente humano, siendo lo menos modificable por su conciencia y su trabajo interno de desarrollo personal. Es decir, algo con lo que tiene que convivir a lo largo de toda la existencia.

La constitución viene dada por la interacción de muchos componentes como son la corriente heredada y el lugar de nacimiento.

Posteriormente, en el proceso de encarnación esta constitución se mezclará con un temperamento al que le darán diferentes colores los diferentes caracteres que vendrán condicionados por las interacciones con las diferentes esferas planetarias.

Imagen del caballero

Sandra Bermejo aporta la imagen de un caballero montado en su caballo.

El caballo sería la constitución, el caballero sería el Yo y el temperamento sería la actitud con la que enfrenta la vida

¿Cómo se forman esas dos disposiciones?

Las constituciones aparecen por la diferencia y los matices en la mezcla entre los cuatro cuerpos constitucionales en los dos polos diferentes que existen dentro de la organización del ser humano.

Polo metabólico

El polo metabólico es el del movimiento y de los intercambios existiendo una tendencia predominante de la acción anabolizante o de construcción, de regeneración de vitalización. Esta capacidad de vida es portada llevada a por la circulación sanguínea al resto del organismo, formando una corriente que dota de vida a las sustancias que entran en el cuerpo humano.

Polo neurosensorial 

En el polo neurosensorial el Yo actúa de una manera más directa sin la necesidad de la actuación de los otros cuerpos.

Forma una segunda corriente que destruye y mineraliza las sustancias que han entrado en el cuerpo. En ella predominan las tendencias hacia lo no vivo, hacia lo muerto o hacia el catabolismo

El sistema rítmico media entre ambos polos

La regulación y armonización  entre estas dos tendencias lo lleva cabo el sistema rítmico a través de su equilibrio entre la inspiración y la espiración y por los movimientos cardiacos

La enfermedad resulta del desequilibrio de estas dos corrientes

El desequilibrio entre estas dos diferentes corrientes y el predominio de una u otra va a condicionar la tendencia patológica que va a desarrollar la persona en su paso por la tierra.

Por tanto la búsqueda de la salud corporal se basará en el equilibrio entre las dos polaridades Histeria y Neurastenia y las patologías aparecerán cuando se rompa la armonía entre ambas.

No se pueden observar directamente estas dos tendencias en la persona. Solo se pueden ver sus efectos.

Mientras los dos procesos se encuentran en equilibrio no ocurre nada, pero si persisten esas causas y no se puede restablecer el equilibrio las irregularidades del cuerpo etérico se imprimirán cual sello en forma de síntomas en el cuerpo físico.

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