El temperamento flemático: Características

Siempre que se vaya a explicar un temperamento se va a hacer en función de qué cuerpo sútil predomina las características del elemento propio de ese cuerpo, en este caso el agua y el órgano en que se manifiesta de manera más acentuada, en este caso el hígado..

Predominio del cuerpo etérico en el temperamento flemático

En el temperamento flemático existe un predominio del cuerpo etérico.

Este cuerpo es la manifestación de lo vegetal dentro del ser humano y tiene mucho que ver con el agua, por lo que condiciona este temperamento.

Cuando en el ser humano domina la actividad del cuerpo etérico, que es el encargado de su regeneración, lo hace a través del sueño. Por ello los flemáticos suelen caer en la somnolencia y le cuesta mucho entrar en la mañana. Suele buscar sosiego y evita cualquier elemento que pueda perturbarlo en esa tranquilidad.

El flemático en relación al hígado y al mundo vegetal

El órgano que está relacionado con el temperamento melancólico es el hígado. Este es el encargado del metabolismo en el cuerpo humano. Despliega una gran cantidad de energía pero lo hace de cara hacia dentro, para formar el cuerpo, mediante la síntesis de sustancias.

Es muy similar a lo que ocurre en el reino vegetal donde a partir de pocos elementos (agua, dióxido de carbono y sales minerales) se sintetiza una gran cantidad de materia orgánica.

En el flemático esto se manifiesta en un exceso de actividad orgánica sintetizadora que se une a su falta de movimiento.

Ambas característica recuerdan a lo que ocurre en el reino vegetal, donde las plantas tampoco pueden moverse y poseen una gran capacidad para llegar a poblar una selva cuando las condiciones externas lo permiten.

El flemático en relación a su elemento, el agua

Al igual que el agua se adapta al recipiente que la alberga, el flemático se acomoda al medio que le rodea,siempre y cuando no sea demasiado movido.

El agua estancada se pudre, así si en el flemático que no es puesto en movimiento, por sí mismo o por otros, puede aparecer la pereza, la indolencia. Además la búsqueda del placer más inmediato y primario, incluso de manera compulsiva, se manifiesta con un apetito voraz por la comida, o en una búsqueda sin descanso del propio descanso.

Características del temperamento flemático

Muchas de ellas ya se han ido poniendo de manifiesto en su relación con cuerpo etérico, el hígado y el agua.

Características físicas

La polarización hacia el exceso de síntesis por el predominio del hígado se puede ver en su aspecto físico que es redondo y con una cierta tendencia a engordar.

Camina de manera lenta y parsimoniosa.

MENOR INFLUENCIA DEL CUERPO FÍSICO

Esa falta de influencia del cuerpo físico puede reflejarse en la falta de definición en rostro del niño melancólico

Características psicológicas-anímicas

POR EL PREDOMINIO DEL cuerpo etérico

El flemático tiene un gran apetito por aquello que le proporciona bienestar a su cuerpo. Eso se ve reflejado en su gusto y disfrute por la comida y su búsqueda de descanso. Puede pasarse tirado en un sofá largo tiempo sin hacer nada, pero siempre buscando una postura cómoda.

Desde el punto de vista de la antroposofía el cuerpo etérico es la sede de la memoria. Por tanto, los flemáticos poseen una gran capacidad para recordar hasta los detalles más nimios. Además, al estar como detenidos, poseen la posibilidad de poder observar minuciosamente. Estos dos talentos mal dirigidos, unidos a esa cierta pasividad, pueden conducir al flemático a una parálisis por análisis.

Además son de ideas fijas y si algo se les mete en la cabeza solo lo modificarán por sí mismos y difícilmente se dejarán convencer por otros.

Otra de las propiedades del cuerpo etérico es la repetición, algo que se puede ver en los árboles, que poseen innumerables hojas iguales. Eso trasladado a la vida anímica del flemático hace que sean personas que pueden realizar tareas monótonas sin un aparente cansancio. Esto les lleva a ser rutinarios, conservadores personas de hábitos y con cierta resistencia al cambio.

Les gusta trabajar en solitario, evitan los sobresaltos y trabajan muy mal bajo presión.

Menor presencia del cuerpo astral

La poca presencia del cuerpo astral hace que en las interminables narraciones provistas de innumerable datos memorísticos y siempre de manera lineal en el tiempo, que un flemático puede llevar a cabo, pueden carecer de ningún detalle sobre sus implicaciones emocionales.

Su baja actividad astral les hace parecer que ni sienten ni padecen, no cediendo fácilmente a las emociones.

Esa inercia emocional también la lleva al mundo de los afectos. Así no es dado a iniciar muchas relaciones sentimentales, pero también cuando lo hace suele mantenerse fiel por un largo periodo de tiempo. Incluso, puede llegar a convivir con personas muy difíciles que para cualquier otro con otro temperamento resultarían insoportables.

Suele transmitir calma y eso a veces se traduce en una tranquila calidez 

Menor presencia del Yo

La falta de un marcado Yo lleva al flemático a carecer de grandes dosis de voluntad.

Tampoco poseen una vida interior demasiado intensa.

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