La Histeria desde el punto de vista antroposófico

¿Qué es la Histeria desde el punto de vista antroposófico?

Cuando, cualquier sustancia, alimento o medicamento, penetra dentro del ser humano ha de perder las características propias que tiene para poder ser asimilado por la persona que los está tomando. En este proceso de desnaturalizar un producto y de eliminarle sus fuerzas etéricas y astrales propias, participan los dos cuerpos sutiles superiores del hombre: su Yo y su cuerpo astral

En caso de debilidad de esos dos cuerpos, los alimentos o sustancias ingeridas mantendrán sus fuerzas propias dentro del organismo, generando problemas y enfermedades.

También puede ocurrir que las fuerzas propias del polo inferior o metabólico sean tan potentes que los dos cuerpos superiores astral y Yo no las puedan dominar y que así lleguen a independizarse e invadir toda la organización humana.

La predisposición que puede tener una persona a este tipo de naturaleza Rudolf Steiner las definió como tendencias histéricas una de las dos constituciones arquetípicas del ser humano.

Características de una persona histérica

Características anímicas

El histérico puede sugestionarse pudiendo caer con facilidad en fantasías, especialmente cuando siente la dureza de la vida.

También puede dejarse arrastrar hacia sus propios deseos y debe tener cuidado con no sufrir traumas anímicos. En ocasiones, y por parecerle la vida dura, puede buscar la evasión.

A la hora de dormir presenta problemas y, por ello cuando despierta entra en la vida consciente, diurna con las fuerzas debilitadas.

El alma de los histéricos

Los histéricos no miran al mundo sino que se fusionan con él. Por eso a veces son excesivamente extrovertidos.

Eso les permite ser grandes captadores de la realidad ajena algo que pueden aprovechar si se dedican al arte o si quieren dedicarse a las profesiones de ayuda, medicina, psicología, acompañamiento, etc. En estos últimos casos deben prestar atención a no perderse en la simpatía que puede hacerles salir demasiado de sí mismos.

Son personas con una mayor tendencia a la rebeldía y a no seguir las normas que ellos pueden llegar a considerar un papel muerto.

Son como las piezas del tetris, hasta que no encuentran su sitio están ocupando su espacio, pero cuando lo encuentran ya pueden desaparecer.

Características corporales

El histérico suele ser redondeado, con cierta tendencia a la acumulación lipídica. Esto parece lógico ya que son personas con dificultades para la eliminación de sustancias.

Tendencia hacia la enfermedad

La enfermedad típica de una persona histérica sería la migraña. Esta patología viene dada por un exceso de actividad vital en un lugar, cabeza, donde no debe existir lo vital.

Tendencias inflamatorias

Cuando la actividad metabólica sale de su polo y penetra en otras partes de la organización humana se manifiesta como inflamación, que no es más que un exceso de procesos vitales.

Estas personas reaccionan con facilidad ante cualquier proceso, ya sea una infección o un catarro por haber cojido frío, un sobreesfuerzo y lo hacen con una respuesta inflamatoria.

Alergias

La incapacidad para sustraer a las sustancias que penetran en su cuerpo sus fuerzas astrales les conduce a la necesidad de la inflamación al entrar contacto con ellas. Esta reacción se transforma en lo que se conoce como alergia.

Histeria en la biografía

La primera fase de la vida en la tierra es más histérica, es el momento en que la actividad anabólica, es decir, de formación, predomina sobre la catabólica, de destrucción. Puede ser una tendencia que aparece de manera marcada en la pubertad, momento en que la relación del cuerpo etéreo y el cuerpo astral no esta aún consolidada.

Son las personas que traen el mundo espiritual, aquel que conocen antes de su nacimiento a la tierra.

Relacionado con la Histeria

Como se ve el concepto de histeria, tienen poco que ver con el que se maneja habitualmente asociado a los comportamientos desaforados, normalmente de mujeres, ya que son ellas las que tiene útero (histeros).

Sinónimos de histeria

Desde un punto de vista homeopático se les puede relacionar con lo carbónico y también se les llama pícnicos o ciclotímicos.


Las constituciones: Histeria y neurastenia

Introducción a las constituciones antroposóficas: Histeria y Neurastenia

Existen en los seres humanos dos disposiciones que Rudolf Steiner estableció como las dos constituciones arquetípicas y que denominó como Histeria y Neurastenia.

Entre ellas existen una infinita gama de mezclas, pero cuando existe una marcada polarización hacia cualquiera de ellas puede desarrollarse la enfermedad. De hecho, se puede decir que cualquier patología, en el fondo, tiene una tendencia hacia lo neurasténico o hacia lo histérico.

Las constituciones en la vida humana

Desde el punto de vista de la vida humana las constituciones son lo más físico, lo más inherente al cuerpo y, por tanto, lo más alejado del yo verdaderamente humano, siendo lo menos modificable por su conciencia y su trabajo interno de desarrollo personal. Es decir, algo con lo que tiene que convivir a lo largo de toda la existencia.

La constitución viene dada por la interacción de muchos componentes como son la corriente heredada y el lugar de nacimiento.

Posteriormente, en el proceso de encarnación esta constitución se mezclará con un temperamento al que le darán diferentes colores los diferentes caracteres que vendrán condicionados por las interacciones con las diferentes esferas planetarias.

Imagen del caballero

Sandra Bermejo aporta la imagen de un caballero montado en su caballo.

El caballo sería la constitución, el caballero sería el Yo y el temperamento sería la actitud con la que enfrenta la vida

¿Cómo se forman esas dos disposiciones?

Las constituciones aparecen por la diferencia y los matices en la mezcla entre los cuatro cuerpos constitucionales en los dos polos diferentes que existen dentro de la organización del ser humano.

Polo metabólico

El polo metabólico es el del movimiento y de los intercambios existiendo una tendencia predominante de la acción anabolizante o de construcción, de regeneración de vitalización. Esta capacidad de vida es portada llevada a por la circulación sanguínea al resto del organismo, formando una corriente que dota de vida a las sustancias que entran en el cuerpo humano.

Polo neurosensorial 

En el polo neurosensorial el Yo actúa de una manera más directa sin la necesidad de la actuación de los otros cuerpos.

Forma una segunda corriente que destruye y mineraliza las sustancias que han entrado en el cuerpo. En ella predominan las tendencias hacia lo no vivo, hacia lo muerto o hacia el catabolismo

El sistema rítmico media entre ambos polos

La regulación y armonización  entre estas dos tendencias lo lleva cabo el sistema rítmico a través de su equilibrio entre la inspiración y la espiración y por los movimientos cardiacos

La enfermedad resulta del desequilibrio de estas dos corrientes

El desequilibrio entre estas dos diferentes corrientes y el predominio de una u otra va a condicionar la tendencia patológica que va a desarrollar la persona en su paso por la tierra.

Por tanto la búsqueda de la salud corporal se basará en el equilibrio entre las dos polaridades Histeria y Neurastenia y las patologías aparecerán cuando se rompa la armonía entre ambas.

No se pueden observar directamente estas dos tendencias en la persona. Solo se pueden ver sus efectos.

Mientras los dos procesos se encuentran en equilibrio no ocurre nada, pero si persisten esas causas y no se puede restablecer el equilibrio las irregularidades del cuerpo etérico se imprimirán cual sello en forma de síntomas en el cuerpo físico.